¿Cuántas veces has sentido algo que durante mucho tiempo fuiste incapaz de ver o de explicar?
Muchas veces intuimos cosas sobre nosotros mismos o sobre lo que sentimos incluso aunque no encontremos una palabra que nos ayude a definirlo en el entorno que nos rodea.
Y créeme, puede convertirse en una situación confusa y frustrante. Especialmente en el mundo actual donde impera la necesidad de caracterizarnos y definirnos ante nosotros mismos y los demás.
El momento eureka: cuando por fin le pones nombre a eso que sientes
Multipotencial.
Recuerdo clicar en el enlace de la famosísima charla TED de Emily Wapnick “Por qué algunos no tenemos una verdadera vocación”, intuyendo que ahí había algo para mi.
Cuando escuché el término, fue como encajar esa última pieza que te permite entender un puzzle que llevas mucho tiempo intentando completar.
Ese es el poder de las etiquetas.
Yendo más allá, como le ocurre a muchos multipotenciales, puede que a ti también te resulte confuso contar quién eres (o a qué te dedicas).
Nuestros intereses y objetivos son multifacéticos, lo que dificulta articular nuestra identidad profesional y personal en torno a un único concepto.
Por eso, adoptar el término multipotencial puede ser un buen inicio a la hora de entendernos mejor. Veámoslo:
Aspectos positivos de colgarnos la etiqueta multipotencial
Aunque a veces las etiquetas pueden llegar a ser limitantes (y hasta a convertir el mundo en un desagradable nosotros vs ellos), es complicado saber quién eres y lo que te interesa si te faltan palabras para crear tu propia narrativa.
Así que aquí van 3 razones para adoptar el término “multipotencial” en tu vida.
Es un término flexible y muy amplio
Sabemos que es totalmente desilusionante identificarte con un nuevo término, afición o profesión solo para comprobar que, tras algún tiempo, pierdes el interés en ese campo. De repente, vuelves a tener dudas acerca de quién eres.
Esto sucede con términos específicos que se centran en qué es lo que haces (como fotógrafo, pianista o redactora).
Con la etiqueta multipotencial ocurre algo totalmente diferente.
Multipotencial es un concepto paraguas, muy general y extenso que hace referencia a una serie de características y rasgos de la personalidad, SIN entrar a definir cuáles son tus intereses específicos.
Esto te brinda muchísima libertad a la hora de explorar tus pasiones sabiendo que, si pierdes el interés en un área concreta o incorporas nuevos campos que indagar, no vas a perder tu identidad.
Y esa idea da mucha tranquilidad. Oh yeah!
Te ayuda a seguirte moviendo (o cómo ser el perfecto aprendiz).
Con esa idea en mente, denominarte a ti mismo multipotencial puede ayudarte a avanzar de forma más fluida hacia tus objetivos e intereses, disfrutando del proceso de aprendizaje.
Imagina que quieres tocar el piano. Que con el tiempo te denomines pianista o no dependerá de ti. Pero, si sabes que eres multipotencial, te permitirás verte a ti mismo como alguien que está explorando la música.
Aprenderás e investigarás sabiendo que es perfectamente posible que decidas cambiar de instrumento, que apliques eso que aprendes en otras áreas o, incluso, que abandones ese camino por completo.
Ese enfoque es liberador.
Te aporta un sentido de pertenencia. No más forever alone.
Que levante la mano quien no se haya sentido un bicho raro al menos una vez en la vida. Por el motivo que sea.
En ese caso, tener un término con el que definirte no sólo te ayuda a entenderte mejor, sino que hace posible que puedas buscar y conectar con más gente como tú. Te aporta un sentido de pertenencia a una comunidad de gente que te entiende.
De repente ya no estás solo en el mundo. Esta idea es una de las razones de ser de esta página web 🫶
¿Y cuándo debería descartar la etiqueta multipotencial?
La respuesta corta es: puedes deshacerte de la etiqueta “multipotencial” (o de cualquier otra) en cualquier momento y sin tener que justificarte ante nadie.
En realidad, es totalmente posible ser lo que eres y hacer lo que quieras hacer SIN tener que ponerle un nombre.
Y también puedes utilizar el término solo para ti, sin necesidad de definirte con esa palabra de cara a los demás.
Confieso que yo suelo hacer mucho esto último. Prefiero decir que tengo múltiples identidades profesionales o que soy una persona curiosa con múltiples intereses, y no pasa nada. Siempre hay tiempo más adelante para entrar en tecnicismos 😋
En cualquier caso, deberías pensar en deshacerte de esta (u otra) etiqueta si:
- Empieza a convertirse en un término limitante para ti o si deja de estar alineada con aquello hacia lo que quieres avanzar.
- Sientes que necesitas un concepto más específico para describir tu combinación personal de intereses. Puedes ser un artista multidisciplinar, una emprendedora creativa o cualquier otra cosa con la que te sientas cómoda/o.
- Te excusas en ella para justificarte y no profundizar en tu historia o tu comportamiento. Por ejemplo, que alguien se apoye en ser multipotencial para justificar sus cambios de intereses cuando quizá siempre haya sido una persona a la que le cuesta comprometerse.
Tener un motivo es lo importante
Con la multipotencialidad -o con cualquier otro término, profesión o concepto que te defina-, lo que debes preguntarte es para qué quieres etiquetarte así. ¿Te resulta útil o por el contrario te paraliza?.
Más que obsesionarte con el uso de una palabra, es mucho más práctico analizar y reconocer cómo sus características se ajustan o no a tu vida.
Quizá lo más importante sea entender las etiquetas como algo flexible, y que pueden ser temporales o permanentes siempre y cuando te ayuden a mantenerte fiel a tu naturaleza.
Y si estás en esa fase previa en la que aún no sabes si eres multipotencial, por aquí te dejamos este cuestionario antidudas para ayudarte a tenerlo un poquito más claro.